Para muchas familias que se ahogan entre diversos créditos (la hipoteca, préstamos al consumo, tarjetas), la solución de la reunificación de deudas parece una opción atractiva para salir adelante. Pero, ¿de verdad merece la pena? Es lo que vamos a procurar determinar en este artículo de análisis. Se trata del artículo nº34 de la lista sobre como ahorrar dinero, y uno de los muchos que tenemos sobre el tema de los créditos.
¿En qué consiste la reunificación de deudas?
Vamos a explicarlo con un ejemplo sencillo. Supongamos que una familia paga una hipoteca de 800€ al mes. Además tiene que pagar 150€ por un crédito que se solicitó en su tiempo para financiar la compra del coche y otros 100€ de los intereses de las tarjetas de crédito. Antiguamente eran gastos asumibles pero con bajadas de sueldos generalizadas ya no es sostenible.
Entonces la pareja solicita una reunificación de deudas y una empresa fusiona todos los créditos en uno, para una cuota mensual de 750€. Y entonces se preguntará el lector: ¿cómo es posible que la nueva cuota sea menor que la suma de las anteriores (1.050€)? Pues simplemente porque agrupando los créditos también se suelen cambiar los intereses y los plazos de pago. En este caso, se ha ampliado la hipoteca inicial tanto en importe (incluyendo el crédito del coche y las tarjetas) como en plazo (si quedaban 15 años por pagar ahora son 25).
¿Cuáles son las ventajas de la reunificación de deudas?
En general, la reunificación de deudas se hace metiendo todos los créditos dentro de la hipoteca. El tipo de interés de un préstamo inmobiliario es mucho más bajo que los de los créditos al consumo. Por otro lado los plazos son más alargados. El resultado es que enseguida baja la cantidad de intereses a pagar por esos préstamos. Además, normalmente se suele ampliar el plazo de la hipoteca para que las cuotas mensuales sean aun más bajas.
Como podemos ver, la ventaja del sistema es que permite aliviar a corto plazo la economía familiar reduciendo las cuotas a pagar mensualmente.
Requisitos para la reunificación de deudas
Puede parecer una solución atractiva para muchas familias con problemas de créditos. Pero, como hemos podido ver antes este sistema supone que exista una garantía para poder hacer un préstamo que agrupe todas las deudas actuales. Habitualmente, esa garantía el casa.
Evidentemente, eso significa que es necesario tener una casa. Además, en caso de tenerla hipotecada, tiene que haber margen de maniobra para ampliar la hipoteca sino en plazo, al menos en importe. La consecuencia es que una persona que ya tenga problemas con su banco para pagar la hipoteca o tenga un perfil de riesgo de crédito demasiado alto, normalmente no podrá contar con la reunificación de deudas.
Un sistema con muchos inconvenientes
Desde Ideas y Ahorro, no recomendamos para nada recurrir a la reunificación de deudas. Porque, detrás de una aparente solución que hace milagrosamente bajar las cuotas mensuales a pagar se esconde un incremento de la deuda y de los problemas a medio plazo.
Aquí siempre insistimos en que los créditos al consumo son malos, y que la única forma de quitárselos de encima es pagándolos lo antes posible con una estrategia de desendeudamiento.
Además, en un contexto de incertidumbre económica, aumentar la hipoteca es una opción muy peligrosa. Significa aumentar la deuda sobre un bien cuyo valor puede ir bajando (como ha ocurrido en años anteriores). Es decir que si el día de mañana necesitas vender la casa, puede que su precio este por debajo de lo que te quede por pagar. Y si te embargan, el peso de la deuda para el futuro será todavía más inasumible, salvo que recurras a la Ley de Segunda Oportunidad como solución desesperada.
Poner la deuda del coche o de las tarjetas de crédito en la hipoteca significa pagar a 30 años unas cosas que habrás dejado de usar mucho antes. Incluso, en muchos casos, la deuda es de cosas consumiste en el momento de la compra, como por ejemplo un viaje. Esto quiere decir que cuando necesites otro coche, todavía no habrás pagado ni la tercera parte del primero. ¿Cómo harás para pagar el segundo? ¿Y el tercero?
Conclusión
Un crédito significa “ya te pagaré mañana porque hoy no tengo el dinero”. Si no tienes la total seguridad que mañana podrás pagar, no deberías solicitar un préstamo. El caso de la agrupación de créditos es lo mismo. En realidad, consiste en pedir más dinero para cubrir la imposibilidad de pagar los créditos actuales.
Solamente tiene sentido si estás absolutamente seguro que vas a tener más ingresos dentro de poco. Y como en la inmensa mayoría de los cosas no lo sabes, no te la juegues. Reduce tus gastos de forma drástica, haz enormes sacrificios pero no aumentes tu deuda, ni en importe, ni en plazos.