Envase en tamaño familiar: ¿Sirve para ahorrar?

envase tamaño familiarCuando estás haciendo la compra en el supermercado, sin duda te habrás dado cuenta que unas de las estrategias más habituales de las empresas es vender productos en envase grande, que suelen llamar el tamaño familiar. En principio, se supone que te debería ayudar a ahorrar, porque comprar en grandes cantidades suele salir más barato. Pero, ¿de verdad siempre compensa? Vamos a verlo.

¿Qué es un envase en tamaño familiar?

Es un concepto relativamente auto explicativo. Las familias suelen consumir mayores cantidades de los productos, por lo que un envase en tamaño familiar es más grande que el formato habitual. Se emplea sobre todo para la alimentación y los productos de cosmética. Hay numerosos ejemplos, como las pizzas tamaño familiar, o las botellas de refrescos de 2 litros.

¿Por qué comprar un envase en tamaño familiar ayuda a ahorrar?

El coste de los productos viene marcado no solo por el contenido, que es lo que acabas consumiendo, sino también por los envases, el transporte, y otros factores. Si compras un producto en pequeño tamaño, los costes relativos de envasarlo, transportarlo y almacenarlo son superiores que para envases más grandes. Es un fenómeno asociado a economías de escala. Además, a la empresa vendedora le puede interesar bajar un poco el precio unitario con la idea de conseguir más ventas.

Todos esos factores contribuyen a que, normalmente, salgas más barato comprar un producto en un envase tamaño familiar que en envase pequeño, porque el precio unitario es más bajo.

Mira siempre el precio por unidad, peso o volumen

Dentro de los consejos para ahorrar haciendo la compra, hay una recomendación de sentido común que destaqué en su tiempo: mirar siempre los precios unitarios. Me refiero a esa información que te pone el supermercado con el precio por kilo, por litros o por unidad.

¿Y por qué lo tienes que mirar siempre? Simplemente porque un bote o paquete grande no significa que va a ser automáticamente más barato. Es lo habitual, sí, pero no ocurre siempre. Es más, en muchísimos casos, que compres un envase grande o uno pequeño da lo mismo porque el precio por litro es exactamente el mismo, o la diferencia es mínima. Incluso, se han dado caso en los cuales podía llegar a ser más caro comprar por botes grandes, aunque es más raro.

Dicho eso, la mayoría de las veces, sí que te debería compensar comprar el tamaño familiar, porque la diferencia de precio por volumen puede ser significativa. Por ejemplo, hace un tiempo te explicaba que comprar refresco en botellas grandes era muchísimo más económico que comprar latas.

El factor durabilidad de los productos

Otro factor muy importante a tomar en cuenta a la hora de comprar productos en tamaño familiar es si son perecederos o no. En caso de que lo sean, tienes que tener claro que vas a poder consumir a tiempo todo lo que hay en el envase. Obviamente, comprar un bote grande para acabar tirando la mitad a la basura sería un despilfarro clarísimo.

Una de las formas de ahorrar en una casa con los artículos de la compra es precisamente hacer una buena previsión de consumo, y no dejar que los productos se echen a perder. La cantidad de productos alimentarios que se tiran a la basura en España cada año es muy alta, y ser más precavido permite no solo ahorrar, sino ayudar a cuidar el medio ambiente.

Un incentivo para consumir más de lo necesario

Cuando compras un producto en tamaño familiar, otro riesgo es que vayas a ir gastando el producto más rápido que lo que harías con un envase más pequeño. Coge por ejemplo un bote de gel de ducha. Si coges un formato grande, es bastante probable que te sirvas cada vez una dosis mayor que si tuvieras un envase pequeño. Lo que influye en este caso es un factor psicológico: el tamaño del bote hace que coger solo un poquito parezca insuficiente.

Por otra parte, no sé si a ti también te habrá ocurrido que a medida que el bote se va vaciando y sabes que vas a tener que comprar otro, tienes un consumo más cuidadoso para intentar posponer la compra.

Para evitar consumir de más, un buen truco es comprar un dosificador, e ir rellenándolo con el producto cada vez que se acaba. Así siempre estarás gastando la misma cantidad, no importa si venía originalmente en un envase familiar o en uno pequeño.

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¿Y tú? ¿Qué opinas de los envases en tamaño familiar? ¿Quieres compartir algún consejo? Lo puedes hacer en la sección de comentarios.

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