A muchas personas les gustaría poder ahorrar en sus gastos mensuales, pero piensan que para lograrlo tendrían que renunciar a su estilo de vida. Si es tu caso, quédate, porque el ahorro no tiene por qué ir en contra de tu calidad de vida. Te voy a dar algunas recomendaciones para que puedas optimizar tu presupuesto sin notarlo. Realmente, siendo más consciente de como gestionas tu dinero, puedes lograr mucho.
Haz un presupuesto de gastos
Entre todos los tips para ahorrar, creo que es el más importante. Muchas personas gastan más de lo que deberían simplemente porque no se fijan realmente en lo que están gastando. Como no lo miran, no se dan cuenta ni de los gastos innecesarios, ni de las cosas en las que están pagando mucho más de lo que deberían, por ejemplo porque no tienen un precio competitivo.
Por eso es muy recomendable que prepares un presupuesto de tus gastos. Empieza por censar durante un periodo de tres meses todo lo que gastas. Me refiero a los recibos de suministros, las suscripciones a servicios, la compra semanal, el ocio, y todo lo que pagas cada mes. Tienes que ser completamente exhaustivo, y contar incluso cuando haces pequeños desembolsos como el euro y medio del café del bar o las golosinas que compraste a tu hijo.
Incluso antes de mirar más en detalle como podrías ahorrar en cada partida, con el simple hecho de controlar lo que gastas te darás cuenta de sitios donde se te va el dinero en cosas innecesarias.
Luego, tendrás que repasar uno a uno tus gastos, y analizar como podrías pagar menos sin que te afecte en tu vida diaria. Veremos algunas posibilidades en los siguientes consejos del artículo.
Ahorra en tus suministros mensuales
Si te cambias de compañía a una que te ofrece el mismo servicio por menos dinero, ahorrarás sin notarlo. Mucha gente paga demasiado en su recibo de la luz, de telecomunicaciones o del seguro simplemente porque nunca se molestó en dedicar unos minutos a analizar la competencia. Hoy en día te lo ponen muy fácil para cambiarte de proveedor, y tienes comparadores para casi cualquier cosa. Así que aprovéchalos. Luego, de vez en cuando, cada par de años revisa si sigues teniendo un precio competitivo. Es poca molestia y el ahorro anual es muy notable.
Otra cosa que tienes que mirar en detalle es si necesitas los servicios que te están facturando. Lo típico es que tu compañía de la luz te tenga una potencia muy superior a la que te hace falta, que tus seguros de coche u hogar incluyan cláusulas que no necesitas, o que tu compañía de gas te facture un servicio premium cuya utilidad te es dudosa. Muchas veces te cobran por añadir un seguro que ya tienes por otra parte, por ejemplo. Ese tipo de análisis requiere algo de dedicación, pero si encuentras servicios que no usas y los quitas, pagas menos y tu estilo de vida no se ve afectado.
Gastar menos en la compra semanal sin renunciar a nada
¿Quieres bajar el importe de tus facturas del super sin que suponga cambiar tu calidad de vida? ¿Te parece imposible? No lo es. Hay al menos cuatro estrategias que puedes poner en marcha.
- Prueba las marcas blancas. Muchas son iguales de buenas que los productos de marca. Otras no tanto. Pero no cuesta nada probar. Las que te gustan las incluyes en tu compra habitual en detrimento de las marcas más caras. Y las que no te gustan, no las compras. Empezarás a ahorrar mientras seguirás disfrutando los productos comprados.
- Fíjate en los precios unitarios. Tus productos favoritos suelen venir en varios formatos. Por lo general, cuanto más pequeño es el envase, más caro el precio unitario. El ejemplo más claro es si comparas una botella de Coca Cola de 2 litros con una lata de la misma marca. El precio por litro de una lata es aproximadamente 2,5 veces el de la botella de 2 litros. Así que buscar el envase más adecuado te puede hacer ahorrar mucho dinero a la larga.
- No vayas a comprar con hambre. Aunque nos gusta pensar que somos seres muy racionales, lo cierto es que nuestros sentimientos y nuestras sensaciones influyen mucho en nuestras decisiones. Si vas a comprar con hambre, lo normal es que vayas eligiendo muchos snacks y productos que se puedan consumir en el momento. Generalmente no son lo que querías comprar, pero tu estomago te manipula. Acabas pagando más y comprando cosas poco sanas. Si eliges mejor el momento podrás hacer una compra más acorde a tus objetivos.
- Siguiendo en la misma línea, lo mejor para ir a comprar es hacer una lista. De esa forma, no te olvidas de nada, y también puedes evitar añadir a tu cesta productos que no tenías contemplado. Muchas de las compras impulsivas son innecesarias.
Oblígate a ahorrar con el método de la transferencia automática
Muchas personas gastan lo que tienen en la cuenta. Si tuvieran 100 euros menos disponible cada mes, gastarían 100 euros menos mensuales. Y si consiguiesen un aumento por el mismo importe, acabarían gastándoselo.
La primera regla del ahorro es que no puedes gastar más de lo que tienes. Pero gastar todo lo que tienes tampoco te sirve de mucho. Así que puedes hacer una pequeña trampa y autoengañarte para tu propio bien. Hablo, por supuesto, del truco de la transferencia automática.
Cada mes te programas una transferencia automática, que se realiza 2 o 3 días después del pago habitual de tu nómina. Así, retiras de tu cuenta corriente una cantidad y te obligas a ahorrar porque ese dinero ya no lo tienes disponible para gastar.
Puedes empezar con un importe pequeño, y luego ir aumentándolo hasta que consideres que otro incremento acabaría afectando tu estilo de vida. De esa manera ahorras y sigues viviendo de la manera que te apetece, pero sin tener gastos inútiles.
¿Cómo evitar las compras impulsivas?
Hay que reconocer que vivimos en una sociedad de consumo, y estamos siempre sometidos a ofertas y productos nuevos. Es muy tentador querer comprar el nuevo dispositivo o accesorio que está de moda. A veces, la compra resulta muy útil, pero también hay otras muchas en las que te das cuenta de que gastaste dinero en algo que apenas usas. Y como nos cuesta reconocerlo, no pensamos en venderlo inmediatamente de segunda mano, que debería ser la reacción racional.
De todos modos, aunque lo vendieras a otra persona, perderías un porcentaje importante de tu inversión inicial. Por eso, lo mejor es resistir a la compra impulsiva. Y tu mejor aliado es el factor tiempo.
Mi consejo es que te tomes tiempo para pensar si te compensa la compra. La duración de la reflexión tiene que ser proporcional al valor de lo que vas a comprar. Si es algo que cuesta 100 o 200 euros, te vale con pensártelo durante 15 días o un mes. Pero si es algo de más valor, no pierdes nada en esperarte más tiempo.
Si de verdad necesitas el producto, la espera te habrá ayudado a analizar mejor el mercado y a hacer una compra más racional, con la mejor relación calidad precio. Si no lo necesitabas tanto, se te irá el interés y te habrás ahorrado mucho dinero.
Creo que con esos cinco consejos puedes ahorrar mucho dinero en tus gastos mensuales sin renunciar a tu estilo de vida. No dudes en aplicarlos y en compartirlos con otras personas.