¿Recompra de acciones o distribución de dividendos? ¿Qué es mejor?

recompra de acciones o dividendosCuando inviertes en bolsa a largo plazo, te encuentras muy habitualmente con dos estrategias que tienen las empresas para remunerar a sus accionistas. Una de ellas es repartir dividendos, y la otra ir recomprando acciones de la compañía. De hecho, es bastante frecuente que las cotizadas vayan empleando ambas soluciones a la vez en el mismo ejercicio. Pero ¿Qué es mejor para el accionista? Vamos a ver en qué consisten esas dos estrategias y valoraremos cuando son más interesantes para los inversores.

Dividendos y recompra de acciones: definiciones

Lo que tienes que saber sobre los dividendos

¿Qué es un dividendo?

Se suele definir un dividendo como la parte de los beneficios de una sociedad que se distribuye periódicamente entre sus accionistas. Generalmente, los hay de dos tipos. El dividendo ordinario es aquel que corresponde a los resultados habituales de la empresa. De vez en cuando, si la compañía ha obtenido unos beneficios excepcionales, por un contexto económico muy favorable, o la venta de activos, puede decidir repartir un dividendo extraordinario.

¿Cuándo se pagan los dividendos?

Cada empresa tiene su propia estrategia para repartir los dividendos ordinarios, pero lo más habitual es que siga alguna de esas fórmulas.

  • Algunas empresas reparten el dividendo una sola vez al año, unas semanas después de la junta de accionistas en la que se decide el importe del pago a los inversores.
  • Un mayor número de compañías hacen dos desembolsos al año. Primero realizan un pago a cuenta del dividendo anual, y luego un abono complementario. Suele haber una diferencia de unos seis meses entre ambos pagos.
  • Finalmente, en la bolsa americana, y en muchas multinacionales globalizadas, se suele operar con un dividendo trimestral, es decir con cuatro pagos al año, generalmente por el mismo valor.

Uno de los problemas de hacer un solo pago al año es que incentiva que algunos inversores compren acciones de la compañía justo antes del dividendo, para venderlas después. Con cuatro repartos pequeños se fidelizan más los accionistas.

Tratamiento fiscal de los dividendos

Vamos a suponer que operas en bolsa con un bróker basado en España. En ese caso, cuando te paguen un dividendo, tendrás una retención de IRPF del 19% sobre todos los importes que percibas.

Para la bolsa española, esa retención es la única que se te cobra. En Reino Unido y Hong Kong, donde no hay retención en origen, ocurre lo mismo.

Para las bolsas de países como Estados Unidos o Países Bajos, existe una retención en origen del 15%, pero la puedes recuperar en tu declaración de la renta. En EEUU tendrás que haber rellenado previamente un formulario para declarar que no eres residente. Algunos brókeres lo hacen por ti.

En otros países, como Francia, Alemania o Italia, la retención en origen es superior al 15%, por lo que no la puedes recuperar completamente con la Agencia Tributaria. Lo que sobre lo tienes que tramitar directamente con el fisco de esos países, lo que no es nada fácil. Alternativamente, puedes optar por tener acciones en gestión directa, donde la retención será menor.

Lo que tienes que saber sobre las recompras de acciones

¿Qué es una recompra de acciones?

Se trata de una operación financiera durante la cual la empresa compra en el mercado de valores sus propias acciones, para luego reducir el capital social mediante la amortización de esas participaciones.

¿Por qué las recompras de acciones son una remuneración para el accionista?

El hecho de comprar acciones en bolsa tiene como efecto directo ayudar a que suba la cotización, ya que se aumenta la demanda. Lo que significa que suele incrementarse el valor de mercado de las participaciones de los accionistas.

La reducción del capital social de la compañía cotizada se traduce en una mayor participación de cada accionista en el nuevo capital. Por lo tanto, cada inversor posee una porción mayor de la empresa, aumentando también sus derechos a futuros dividendos sobre beneficios. En la práctica, el beneficio por acción aumenta mecánicamente, suponiendo que los resultados se mantengan iguales. Y lo mismo ocurre con el dividendo por acción.

Ventajas e inconvenientes de las recompras de acciones frente a los dividendos para el accionista

¿Cuándo es mejor recomprar acciones en lugar de repartir dividendos?

Las recompras son una excelente herramienta cuando las acciones cotizan por debajo de su valor intrínseco. Es decir, al igual que los inversores en valor se interesan por empresas porque creen que están muy infravaloradas, cuando hay una caída de cotización que no se corresponde con el valor real de la empresa, la compañía puede plantearse recomprar sus propias acciones.

Así, invirtiendo relativamente poco dinero, permite a sus accionistas aumentar sustancialmente sus participaciones al capital, lo que mejora la rentabilidad futura de sus inversiones. Eso, por supuesto, siempre que las recompras se hagan con liquidez y no aumentando la deuda.

A la inversa, cuando la cotización está sobrevalorada, hacer recompras es contraproducente y suele destruir valor para el accionista.

Un ejemplo de cuando es buena idea usar las recompras en lugar del dividendo

Supongamos que una empresa tiene un beneficio de 2 millones de euros, y que suele repartir la mitad en dividendo a sus 100.000 accionistas, suponiendo que cada uno tenga solo una participación. Habitualmente, las acciones cotizan por 200 euros, por lo que la rentabilidad bruta del dividendo es del 5%.

Ahora supongamos que, pese a mantener resultados y expectativas, la cotización de las acciones baja a la mitad, y cotizan a 100 euros. La dirección de la empresa decide no repartir dividendos y dedica el millón de euro a recomprar 10.000 participaciones, es decir un 10% del total.

Supongamos que la confianza en el futuro de la empresa vuelve y que su cotización sube hasta un valor normal. La empresa vuelve a repartir el millón de euros en dividendos. Salvo que ahora, se divide entre 90.000, es decir que paga 11,11€ por acción. En ese escenario, sería bastante lógico que la cotización esté aproximadamente en los 222,2 euros por acción.

Cada accionista dejó de cobrar 10 euros un año, pero ahora cobra un 11% más de dividendo cada año, sin contar que su participación vale también un 11% más, una plusvalía superior al dividendo perdido.

Ahora veamos el mismo caso, pero con recompras caras

La situación inicial es la misma, pero esa vez la empresa se pone de moda, y sus acciones suben en bolsa hasta los 400 euros. La dirección de la empresa decide, contra toda lógica, suspender el dividendo y hacer una recompra con el millón de euros.

En ese caso, solo pueden comprar 2.500 participaciones, o lo que es lo mismo, un 2,5% del total. Tras unos meses de euforia, el mercado vuelve a la normalidad y la empresa cotiza nuevamente en ratios normales. Deciden entonces retomar el dividendo.

Ahora, el millón de euros se reparte entre 97.500 acciones, es decir que se pagan 10,26 euros por acción. Y, en un escenario así, la cotización estaría alrededor de los 205,2 euros.

Los accionistas han perdido un año de dividendo, que no ha sido compensado por el aumento de valor de sus participaciones, y los dividendos nuevos apenas son un poco más altos que el anterior. Respecto a una situación en la que se pagaba dividendo y no se hacían recompras, han perdido.

¿Hay empresas que hacen recompras de acciones a precios sobrevalorados?

Obviamente los ejemplos anteriores están muy simplificados. Y presuponen que sepamos determinar un valor intrínseco para las acciones de una empresa. Por supuesto es una noción relativa, y más que un valor determinado, es más bien un rango aproximado.

Dicho eso, es bastante habitual que algunas empresas hagan recompras de acciones a precios ineficientes, o que incluso recurran a la deuda para recomprar acciones. En un entorno de tipos muy bajos como el que se vivió recientemente, era tentador hacerlo, para alimentar el crecimiento de la cotización.

Como ejemplo de recompra a precios excesivos puedo citar Post NL, una empresa que analicé en el blog hace poco. Hicieron recompras poco antes de que su cotización se desplomara un 50%.

Recompras de acciones y dividendos: ¿Crecimiento o pagos periódicos?

El debate sobre las recompras de acciones frente a los dividendos recuerda mucho el debate entre la inversión en empresas de crecimiento (growth) y empresas que pagan dividendo.

En la primera opción, el inversor a largo plazo busca una plusvalía. Tiene el inconveniente de no percibir rentas, salvo que vaya vendiendo participaciones. Al mismo tiempo, tiene la ventaja de no pagar impuestos mientras no venda acciones.

En la segunda opción, el dividendero quiere conseguir rentas periódicas, y no preocuparse demasiado por la cotización de sus empresas. Paga impuestos, pero también tiene mayor libertad para reinvertir los dividendos en las empresas que quiera.

Una empresa que solo usara las recompras de acciones como forma de retribución a sus inversores tendría una lógica de crecimiento. Pero, en realidad, muchas empresas usan ambas estrategias.

En España, tras años de dividendos en acciones, que en la práctica diluía el capital y destruía valor para los accionistas, algunas empresas han emprendido el camino inverso con planes de recompras, que suelen acompañar de una distribución de dividendo en efectivo. Es el caso de Santander, por ejemplo.

Conclusiones sobre recompras de acciones y dividendos

La cuestión no es si las recompras de acciones son buenas o malas en sí. Lo que hay que preguntarse es si el precio al que se realizan esas recompras sale rentable para el accionista. Cuando la cotización cae por debajo del valor intrínseco de la compañía, es una buena herramienta. Cuando las acciones están muy caras, es una estrategia que destruye valor. Por lo tanto, cuando veas que una empresa recompra acciones, mira a qué precios lo tiene previsto hacer, y valora si es bueno para los inversores.

Lo ideal es que una empresa que habitualmente distribuye dividendos sepa hacer recompras en los momentos adecuados, es decir cuando caen las acciones, para maximizar la rentabilidad para sus inversores.

 

¿Tú qué prefieres? ¿Recompras o dividendos? Me encantaría saber tu opinión, puedes expresarla en los comentarios.

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