Una de las herramientas más habitual para una persona en busca de un trabajo es el portal de empleo. Hace unos meses publiqué una lista de 25 páginas de anuncios de trabajo que te podían interesar. Sin embargo esos portales tienen sus defensores y sus críticos. Algunas personas afirman que les han permitido encontrar un empleo de forma relativamente fácil y rápida, mientras otras se quejan de no acceder ni a entrevistas, y advierten de opacidad, falta de fiabilidad, y pérdida de tiempo. Veamos los pros y contras de esas plataformas.
Portales de empleo: lo bueno y lo malo
Muchas menos ofertas publicadas que puestos de trabajo disponibles
En España, según estimaciones de profesionales del sector, las empresas solo publican entre un 10 y un 20% de los puestos de trabajo disponibles. El resto del tiempo, el candidato se busca de otra forma. Hablamos de hacerlo por red de contactos, recomendaciones, promoción interna, cazatalentos, etc. De esto no tienen la culpa los portales de empleo, pero hay que ser consciente que suele ser mucho más eficiente encontrar un trabajo a través de contactos que postulando contra cientos de otras personas desconocidas por Internet.
La simplicidad de la automatización
Una de las principales ventajas de un portal de empleo, es que pone a disposición miles de ofertas de trabajo, y que una vez rellenado el currículum en el portal, es bastante rápido presentar tu candidatura a cualquier puesto. Aplicando unos filtros, los candidatos pueden fácilmente seleccionar los trabajos ofrecidos más ajustados a su perfil profesional, y postular.
Muchas ofertas dudosas en los portales de empleo
Uno de los mayores problemas de los portales de empleo es que en ocasiones se publican ofertas de dudosa calidad. Por ejemplo, es bastante habitual que haya empresas que busquen comerciales, pero a la hora de la verdad, no ofrezcan un sueldo fijo. Hablan de una retribución basada exclusivamente en los resultados (ventas). Es el típico caso de falso autónomo. Para esas empresas, todas son ventajas: si el candidato no vende, se desanima y se va. Y si vende, la empresa gana dinero.
Por un lado, es bastante difícil para los portales luchar contra esos impostores, debido al alto volumen de ofertas publicadas. Pero, cuando se sabe que el modelo de negocio de esos portales es cobrar a los anunciantes y ofrecer el servicio gratuito a los candidatos, uno puede pensar que deberían dedicar más esfuerzos para luchar contra esas ofertas falsas. No es ético cobrar por ellas y esconderse detrás del gran número de datos.
La segmentación por tipos de trabajos
Volviendo a los aspectos positivos, hay que destacar que además de los grandes portales generalistas, hay un gran número de plataformas especializadas en función del tipo de trabajo. Esas páginas de oferta de trabajo se especializan por funciones y profesiones, por nivel de responsabilidad, o por sector económico. La existencia de esa especialización permite a muchos candidatos encontrar un gran número de ofertas ajustadas a su perfil, en vez de ir buscando en diversos portales generalistas.
Opacidad en la progresión del proceso
Uno de los problemas de esas plataformas es la falta de transparencia en los procesos. Algunos usuarios se quejan que a veces el sistema les propone apuntarse a una oferta a la cual ya postularon. También señalan que muy a menudo, se les pide información adicional para una oferta en concreto, haciéndoles pensar que han progresado en el proceso, pero que luego no les llega ninguna notificación. Y también ocurre que un candidato se quede seleccionado como “finalista” y no sea nunca contactado. Todas esas cosas provocan mucha frustración, pero siendo justos, dependen tanto de los portales de empleo como del uso por parte de los anunciantes.
Una forma real de conseguir un trabajo
Son muchos los usuarios que confirman que los portales de empleo funcionan para conseguir trabajo. Cada año, cientos de miles de personas consiguen un puesto usando esas plataformas, para contratos de distintas duraciones. Sin embargo, también son muchas las que dicen que no les funciona. Y la verdad es que son tantos los factores a tomar en cuenta, que es difícil comparar. Una persona con un perfil muy demandado, con experiencia y con cierta habilidad para presentarse correctamente mediante sus mensajes probablemente consiga muchas entrevistas. Al mismo tiempo, otra de otro sector, con poca experiencia y poco cuidado a la hora de redactar sus mensajes lo tendrá muy difícil. Pero en muchos casos, funciona.
Hay mucha competencia en los portales de empleo
No es raro ver ofertas de trabajo con 500 personas apuntadas. En la realidad, probablemente los responsables de recursos humanos que hayan publicado esas ofertas no vayan a comprobar más allá de los 50 o 100 candidatos, salvo que ninguno encaje con el perfil buscado. Y aunque comprobasen todas las ofertas, la probabilidad de éxito es muy baja. Eso es sin duda una de las mayores pegas de esas plataformas: la masificación. Como además es un proceso informático, hay poca opción para destacar y hacer buena impresión, siendo lo más importante ajustarse a la oferta y responder rápido.
Conclusión: los portales de empleo son una herramienta más
¿Sirven para algo los portales de empleo? ¿Funcionan? Como muchas veces, la respuesta es: depende. Según tu perfil y la demanda en tu campo, pueden ayudarte a conseguir un trabajo rápido o hacerte perder el tiempo postulando para ofertas que casi nunca se convertirán en una llamada para una entrevista. ¿Quiere decir eso que no deberías usarlas según el perfil que tengas? No exactamente. Lo que no deberías hacer es usarlas como un método único para encontrar un trabajo. Puede que sea una forma cómoda de proceder, pero en realidad como dijimos al principio, solo una fracción muy pequeña de los puestos disponibles se acaba ofertando en esos portales. Así que sal a hacer contactos, sin dejar de postular online, claro.
No dudes en compartir tu experiencia con esos portales…