El sistema público de pensiones ha permitido hasta ahora garantizar unos ingresos cada vez mejores a las personas que se jubilaban. Pero, por factores demográficos y económicos, hay motivos para preocuparse de la sostenibilidad de las pensiones en el futuro. Todo indica que las personas que se jubilarán en las próximas décadas pagarán más y cobrarán menos que las generaciones anteriores. De allí que tenga mucho sentido anticiparse, ahorrando e invirtiendo para tu jubilación.
¿Cómo funciona el sistema público de pensiones en España?
En nuestro país, las pensiones funcionan con un sistema de reparto. Es decir que el dinero de las prestaciones que reciben los jubilados se paga con las cotizaciones de quienes trabajan en estos momentos. La otra opción para las pensiones es un sistema de capitalización, donde cada trabajador ahorra su propio dinero, y lo cobra cuando se jubila.
Ventajas e inconvenientes resumidos de cada sistema
El sistema de reparto tiene como ventaja que el dinero de la prestación por jubilación no está limitado. Si una persona vive hasta los cien años, seguirá cobrando cada mes, sin miedo a quedarse sin recursos. Pero si la persona se muere joven, no llegará a disfrutar de sus derechos, y nadie los heredará, salvo que tenga un conyugue. En efecto, la pareja de la persona fallecida suele tener derecho a la pensión de viudedad, generalmente un 52% de la pensión del causante.
En el sistema de capitalización, ocurre lo contrario. Si la persona fallece sin haber gastado el dinero ahorrado, esa cantidad pasa a sus herederos. Pero, si vive muchos años y se le acaban los ahorros, podría encontrarse sin recursos.
Otra ventaja del sistema de reparto es que incluye pensiones mínimas para personas que, por diferentes circunstancias, no han podido acumular derechos suficientes para cobrar una pensión completa. Permite así evitar la pobreza extrema en la población mayor, aplicando un principio de solidaridad.
En el sistema de capitalización, quien no haya ahorrado lo suficiente se encuentra en una situación muy complicada cuando le toca jubilarse.
Finalmente, el sistema de reparto tiene un inconveniente importante, del que vamos a hablar ahora: requiere una base suficiente de cotizantes para poder pagar las pensiones de las personas jubiladas.
Algunos datos sobre las pensiones en España
Estadísticas sobre las pensiones
- El gasto en pensiones representa un 37% de todo el gasto público. Son 171.165 millones de euros en 2022, un 4,8% más que el año anterior.
- La pensión de jubilación media en España era de casi 1.200 euros en diciembre de 2021. Ese importe ha crecido un 30% en la última década, y un 75% desde 2005.
- El número de pensiones de jubilación es de 6,2 millones en diciembre de 2021 (sin contar otros 3,7 millones de pensiones de viudedad, incapacidad permanente y otras). El número de jubilados ha aumentado un 17,5% en la última década, y un 34% desde 2005.
- El gasto total en pensiones fue de 10.883 millones de euros para el mes de diciembre de 2021, un 31% más que el gasto de diciembre de 2013, es decir 8 años antes.
- Con los datos anteriores, podemos afirmar que el gasto en pensiones de jubilación ha crecido un 52% en la última década, y un 134% desde 2005.
Datos sobre los cotizantes
- Según estadísticas de la Seguridad Social, había en diciembre de 2021 unos 19,8 millones de cotizantes, un 15% más que hace una década, y, por culpa de la crisis anterior, un 15% más que en 2005, porque durante muchos años el empleo no creció.
- El salario medio en España era de 26.934€ en 2020. Es decir, un 9% más que una década antes, y un 30% más que en 2005.
- Entonces, combinando esas evoluciones, la masa salarial total en España ha crecido un 25% en la última década, y un 50% desde 2005.
¿Es sostenible el futuro de las pensiones en España?
Con los datos anteriores, ya se ve que el gasto en pensiones está creciendo mucho más rápido que el gasto en salarios. El problema es que la financiación de las pensiones se hace con las cotizaciones sobre los salarios. Si la masa salarial crece más lento, entonces el gasto en pensiones aumenta más rápido que los ingresos de cotización.
El déficit de las pensiones
Hasta hace unos años, el sistema tenía un superávit, que llamaban “la hucha de las pensiones”. Esa época ya terminó. Ahora mismo existe un déficit estructural de pensiones, por lo que no hay mucho margen de maniobra. Ten en cuenta que estamos hablando de un gasto que representa el 37% de todo el presupuesto público, y más del 12% del PIB.
La situación va a empeorar
Comenté antes que la pensión media por jubilación era de casi 1.200 euros en diciembre de 2021. Pero eso refleja una realidad dispar. Porque las personas que se jubilan ahora tienen, de media, una jubilación de 1.600 euros al mes. Por lo que el importe medio seguirá subiendo a buen ritmo durante los próximos años.
Y luego está la pirámide de población. Los tramos de edad entre 40 y 64 años son, de lejos, los mayores grupos poblacionales. Concretamente, el grupo de 45 a 49 años es el más numeroso, seguido de los grupos de 40 a 44, de 50 a 54, de 55 a 59 y de 34 a 39, y de 60 a 64, en este orden.
Es decir, no solo los jubilados van a ser mucho más numerosos en el futuro, pero, los trabajadores con posibilidad de cotizar van a ser mucho menos que ahora. En la actualidad, los grupos de población más numerosos son los que están cotizando, y aun así no basta para cubrir las pensiones actuales.
¿Qué soluciones hay para que las pensiones públicas sean sostenibles en el futuro?
Como un déficit permanente no parece algo posible, y menos con esas magnitudes, solo hay tres formas de hacer que el sistema vuelva a ser sostenible.
Aumentar la masa salarial para asegurar el futuro de las pensiones
Eso se puede hacer principalmente de dos formas:
- Aumentando el número de personas que cotizan. Es decir, creando empleo, y recurriendo a la inmigración para cubrir los puestos de trabajo. Es una solución complicada, porque implicaría tener un crecimiento económico muy elevado, además de solo atrasar el problema. Porque si se aumenta mucho el número de cotizantes, en algún momento se jubilarán y hará falta encontrar a todavía más trabajadores para financiar sus pensiones.
- Aumentando la productividad. Si la economía española evoluciona hacia sectores que crean mucho valor añadido, puede que los sueldos crezcan mucho, y que no haga falta tanta gente para financiar las pensiones. Pero, de momento, no es algo muy probable, viendo lo poco productiva que es la economía nacional.
Aumentar la fiscalidad para conseguir la sostenibilidad de las pensiones
La primera opción, evidentemente, es subir las cotizaciones de los trabajadores. Es un camino que muchos gobiernos han tomado. El último ejemplo es la reforma de la cotización de autónomos. Pero también están las medidas que obligan a estar más años cotizando para tener derecho a una pensión, o que alargan la edad de jubilación.
Es decir: o pagas más cada mes, o pagas durante más tiempo. Y generalmente las medidas tomadas te obligan a ambas cosas.
Pero también está la posibilidad de financiar las pensiones con nuevos impuestos, que no tendrían que estar basados en el trabajo. Por ejemplo, y puesto que parece que cada vez habrá más automatización, podría haber un impuesto sobre máquinas, robots e inteligencias artificiales. De momento esa vía no se ha explorado.
Reducir las pensiones actuales y futuras
Hasta ahora, estábamos viendo opciones para aumentar los ingresos, de tal forma a que no impactara las prestaciones percibidas por los jubilados. De hecho, los políticos suelen ser muy reacios a reducir el poder adquisitivo de los pensionistas, por el coste electoral que puede suponer. A pesar de que ya haya un déficit, se escucha mucho más hablar de una subida de las pensiones que de reducirlas.
Sin embargo, es una posibilidad real, y que sería más justo anticipar, en lugar de hacer recortes drásticos en el futuro cuando no queden otras posibilidades. Pero hablaré ahora de eso.
Una aclaración sobre las pensiones
Con la prestación por jubilación, ocurre el mismo error conceptual que con la prestación por desempleo. Muchas veces, las personas creen que cobran como pensión lo que pagaron cuando trabajaban. En realidad, no es así, porque no estamos en un sistema de capitalización.
Muchas de las personas que ahora se jubilan cobrarán bastante más dinero que lo que han cotizado durante su vida. El cálculo de su prestación viene de hipótesis que se tomaron hace mucho tiempo. No es un derecho inalienable.
Digo eso, porque para asegurar el futuro de las pensiones, lo lógico es que todos deberían hacer un esfuerzo. Sin embargo, hoy en día, se evita tocar el tema de recortar las pensiones actuales, cuando ya se sabe que el sistema no es sostenible.
La insolidaridad generacional
El sistema de reparto se basa en un principio de solidaridad generacional. Se supone que las generaciones más jóvenes pagan las prestaciones por jubilación de las más mayores. En teoría es un buen sistema, hasta que ocurre algo como la situación actual.
Porque hoy ocurre que las generaciones que se han jubilado en los últimos años están cobrando pensiones decentes, mucho mayor que las de las personas de antes que ellas. Al mismo tiempo, han cotizado mucho menos que las generaciones siguientes, que hoy tienen que estar trabajando más años y pagando más cotizaciones, para luego cobrar en teoría las mismas pensiones.
Pero, ya se sabe, por la situación económica y demográfica de España, que en el futuro muy probablemente no se va a poder pagar el mismo nivel de pensiones a las personas que hoy trabajan. Tendría que ocurrir un milagro económico para que el sistema volviera a equilibrarse. No es imposible, pero es muy poco probable.
Mientras tanto, ya tenemos un déficit estructural. Si de verdad existiera tal solidaridad generacional, las personas recién jubiladas ofrecerían reducir sus prestaciones para garantizar el funcionamiento del sistema. Lo sé, es muy utópico.
¿Por qué hablo de sostenibilidad y futuro de las pensiones?
No tienes porque compartir mi opinión. Investiga por tu cuenta la situación de las pensiones en España. Mira si es posible que las pensiones sigan creciendo en el futuro, cuando el número de jubilados aumente fuertemente y el número de cotizantes mengüe. Si llegas a la conclusión de que el sistema es perfectamente sostenible, perfecto.
Pero si no, es recomendable que empieces a pensar en tu futuro, y que te pongas a ahorrar. No te hablo de planes de pensiones. De hecho, no te recomiendo ningún producto financiero o planteamiento de inversión en concreto. Lo único que te digo es que es buena idea que ahorres parte de tus ingresos y los inviertas en algo que te de rentabilidad.
Si al final las pensiones públicas no bajan mucho, tendrás unos ingresos extras que no te vendrán mal. Si se producen grandes recortes en el sistema, al menos contarás con un complemento para no pasarlo muy mal.