Tratándose de servicios, las diferencias de precios pueden ser enormes, y no solo porque una empresa tenga tarifas más caras que la otra, sino porque las formas de resolver un problema no siempre son las mismas. Por eso, siempre que no se trate de un servicio con un precio regulado, es muy recomendable pedir varios presupuestos. Te voy a dar ejemplos y motivos para que veas que merece la pena, y que puedes ahorrar mucho.
¿Por qué hay que pedir varios presupuestos?
Las empresas y los profesionales tienen estrategias diferentes
Uno de los motivos por los cuales las personas suelen no pedir presupuestos a varias empresas es porque piensan que un servicio tiene más o menos el mismo precio en todos los casos. Con esa premisa, no merece la pena molestarse en contactar a diferentes empresas, porque en el mejor de los casos se puede conseguir una rebaja mínima en el precio. La realidad es muy distinta: las empresas y los profesionales pueden tener estrategias comerciales muy diferentes.
Por poner un solo ejemplo, para algunas empresas el servicio que necesitas es una parte accesoria de su cartera de productos. Mientras, para otras es el elemento central de su negocio. En el primer caso, no le importará a la empresa poner un precio más caro y hacer más margen, mientras la segunda lo tendrá ajustado para asegurar volumen.
Te voy a contar algo de mi experiencia personal. Poco antes de escribir este artículo tuve que pedir presupuesto a distintos electricistas para una certificación, algo bastante estándar. Los precios que me pasaron iban de 80 a 160 euros, y me comentaron que algunos profesionales llegaban a cobrar hasta 250€ por lo mismo. Todo eso sin diferencia de calidad o de material utilizado, ya que solo era emitir un boletín eléctrico.
Cada uno de esos profesionales tenía su estrategia. Unos prefieren trabajar con pocos clientes y cobrar más, y otros se sienten más cómodos con un precio ajustado y más volumen.
Las empresas también tienen costes diferentes
Las empresas fijan sus precios en función de dos factores: el mercado y lo que les cuesta producir. Eso implica que las empresas con costes más altos aplicarán normalmente precios más altos que otras empresas más pequeñas o flexibles. Entre los factores que influyen mucho en esos costes están la estructura de personal y la ubicación. Una empresa grande con un local caro tiene que pagar más gastos, y repercutirlo en sus facturas.
Por ejemplo, un dentista situado en la periferia de la ciudad puede ser igual de bueno que un profesional en el centro, pero cobrar significativamente menos por sus servicios, simplemente porque tiene menos costes de alquiler o de personal. De allí que ponerte una funda o un implante o hacer una ortodoncia pueda valer mucho menos en un sitio que en otro.
Hay formas diferentes de resolver un mismo problema
Otro elemento que afecta mucho el coste es la solución aportada al problema. Cada profesional puede tener una idea igual de válida de solucionar un tema. Esto pasa mucho en la obra, pero también puede pasar en un taller de mecánica. Unos optaran por cambiar un conjunto de piezas, otros por reparar lo que ya existe. En un caso el coste será mayor en piezas, en el otro en mano de obra. Puede que el resultado tenga un precio similar o puede que haya grandes diferencias.
Recuerdo recibir a distintos profesionales hace unos años para un pequeño tema de fontanería. Los precios que pasaron iban de los 200€ a los 1.000€, y el presupuesto más barato fue también el que tuvo la idea más original, práctica y eficiente. La mayoría de las empresas que me pasaron presupuesto hablaban de tirar media casa para hacer pasar algunas tuberías. Pero el otro fontanero supo aprovechar lo existente para minimizar el impacto y el coste, sin perjudicar el resultado final ni al nivel estético ni al nivel práctico.
Pedir varios presupuestos ayuda a ahorrar mucho
En los ejemplos reales que te he puesto ya has visto como un presupuesto puede llegar a ser dos o tres veces más caro que otro, incluso para pequeñas cosas de menos de 200€. Por eso es importante que te acostumbres a pedir distintos presupuestos. Y compensa no solo cuando se trata de un servicio caro, como reformar un baño o una casa entera, sino también para cosas más pequeñas.
Sin embargo, el precio final no debe ser tu único criterio. A veces, lo barato sale caro. Tienes que preguntar muy bien por la calidad de las cosas y pedir detalles de partidas, para ver que la diferencia de precio no viene a expensas de la calidad del servicio o de los materiales usados.
Pedir varios presupuestos para tomar una decisión de compra informada
La última ventaja de pedir varios presupuestos es tu tranquilidad. No puedes ser experto en todo. A veces, es posible que te sorprenda que un servicio que necesitas sea tan caro. Si tienes la opinión de varios profesionales, estarás más seguro de que nadie se está aprovechando de tu desconocimiento para cobrarte de más. En otras ocasiones, menos frecuentes, quizás te preocupe que un servicio sea demasiado barato, y tengas dudas sobre la calidad o la validez del mismo. De nuevo, pedir más presupuestos te permitirá conocer mejor los precios de mercado.
De esta manera, tomarás una decisión informada, que en realidad es la única forma válida de tomar una decisión. Sino, es como tirar una moneda al aire.