La experiencia me ha enseñado que, para invertir de forma acertada, lo más importante no es tener grandes conocimientos financieros, sino tener la psicología de inversión adecuada. En particular, hay dos miedos que debes reconocer y controlar para tomar decisiones racionales mucho más eficientes. Se trata del miedo a perderlo todo y el miedo a perder la oportunidad. Ambos te llevan a actuar de manera irracional.