Para los propietarios, una de las formas de ahorrar de forma duradera es bajando la cuota de la comunidad de vecinos, y eso se consigue recortando el presupuesto de gastos comunes de la finca. Para ello, tan solo hace falta ir buscando formas más económicas de funcionar, sin perjudicar la calidad de vida y los servicios. Vamos a hablar de los suministros, de servicios de limpieza, de administradores y más aspectos económicos relevantes para la comunidad.
Gestionar mejor los gastos comunes con ayuda profesional
Uno de los motivos por los cuales muchas comunidades de vecinos no ahorran es porque la presidencia recae en una persona que no está motivada o preparada para gestionar las cuentas de un organismo de este tipo. Por eso, suele ser interesante pensar en contratar a empresas especializadas en gestión de fincas, o al menos confiar la presidencia a la persona más apta para llevar a cabo la administración del edificio.
Además del conocimiento, una de las ventajas de las empresas de administración de comunidades es que negocian precios con empresas de servicios a mayor escala, lo que permite beneficiarse de descuentos muy interesantes.
Empresas de servicios integrales para ahorrar
Otra forma interesante de ahorrar es buscar a empresas que ofrezcan servicios integrales. Supongamos por ejemplo que la comunidad tenga la necesidad de encontrar un nuevo proveedor para el tema de la limpieza. Una opción interesante sería contar con una compañía como Gongora para desarrollar esa tarea. Además, el ejemplo de empresa que puse no es casual, porque trabajar con una empresa de servicios integrales como esa permite tener acceso a otras muchas prestaciones que suelen necesitar las comunidades de vecinos, como la vigilancia, el servicio de conserje o el mantenimiento de jardinería. Al contratar a una sola compañía, en principio se pueden conseguir mejores precios para el conjunto de servicios prestados.
Los principales gastos de una comunidad de vecinos
Vamos a repasar los principales gastos que tiene que asumir una comunidad de propietarios, y analizar algunas soluciones para rebajar el coste mensual o anual.
Gastos comunes de electricidad
En una comunidad pequeña sin ascensores ni zonas ajardinadas el gasto es pequeño, pero se puede reducir más aún colocando un temporizador. Además, se puede colocar un sistema de alumbrado de bajo consumo, si aun no se ha hecho. En comunidades más grandes, hace falta valorar el impacto energético cuando se invierte en ascensores u otros equipos que consumen electricidad.
Gastos de agua en una comunidad de vecinos
Es algo muy relevante para aquellas comunidades que tienen una piscina. Lo primero es conservar el agua de un año para otro (suele ser una obligación legal en muchos sitios). Además, es importante cubrir la piscina cuando no se usa, para evitar que se evapore el agua.
El consumo de agua en las zonas ajardinadas puede ser también muy notable. Por ello, es buena idea optar por césped y plantas artificiales. O, si se usan plantas naturales, elegir variedades autóctonas que no requieren mucho riego. También es fundamental revisar periódicamente el sistema de riego para ver que no haya ninguna fuga.
El gasto común de calefacción
En las zonas del país en las cuales el invierno es más duro, es bastante habitual que las fincas tengan una calefacción central. En ese caso, el consumo energético puede ser muy significativo. Para reducirlo hay dos opciones. La primera es cambiar la caldera por una más eficiente. La segunda es mejorar el aislamiento de las zonas comunes, y pedir la colaboración de los vecinos para no dejar puertas o ventanas abiertas en las partes comunitarias.
Los gastos de administración en una comunidad de vecinos
Elegir una empresa de administración de fincas u otra puede tener un impacto muy notable sobre los gastos comunes. Eso sí, es fundamental elegir una empresa eficiente, y no solo fijarse en el precio. Porque luego la buena gestión del administrador puede hacer ahorrar mucho dinero a la comunidad.
¿Servicio de portería?
Cada vez es menos frecuente que las fincas tengan un portero físico. El coste de personal es alto, y los únicos edificios nuevos que suelen contratar gente son aquellos cuyo número de viviendas permite dividir el coste entre muchos. Es una decisión difícil, porque prescindir del portero supone un ahorro, pero también renunciar a un servicio personalizado y humano.
Los gastos de limpieza en la comunidad de vecinos
En fincas pequeñas, se puede establecer una rotación entre los vecinos para limpiar las zonas comunes, lo que permite ahorrarse completamente el gasto. Sin embargo, no todos los propietarios podrán o querrán hacerlo. Otra opción para pagar menos es que uno de los vecinos reciba una deducción en su cuota por encargarse de limpiar.
La póliza de seguro
Todas las comunidades necesitan tener un seguro, y es muy importante elegir con cuidado las cláusulas y coberturas, porque en caso de siniestro importante y coberturas insuficientes, el coste para todos los vecinos podría ser enorme.
Contrato de mantenimiento
El elemento que suele tener el contrato de mantenimiento de mayor coste es el ascensor. Es fundamental analizar bien lo que incluye el contrato, y mirar opciones alternativas cuando parece excesivamente caro. Pero puede haber otros contratos de mantenimiento, para la caldera, la piscina, y otros equipos.
Siempre hay que pedir varios presupuestos
Un comunidad puede requerir servicios recurrentes como los que hemos citado, pero también puede necesitar hacer obras de mucho calado, como volver a pintar las fachadas, cambiar un sistema eléctrico, trabajos de fontanería, aislamiento de cubiertas y mucho más. En ese caso, es muy importante pedir varios presupuestos. Al menos tres, que sean comparables, y más si el importe total es muy elevado.
Saber gestionar los morosos
Un vecino que no paga lo que debe obliga a los demás propietarios a aumentar sus gastos para compensar el dinero que falta. Por eso, es imprescindible tener una gestión eficaz y contundente con cualquier persona que empiece a pagar tarde o deje de pagar sus cuotas. Normalmente, es una de las principales labores de un buen administrador de fincas, que, como parte neutral, puede gestionar mejor este tipo de conflicto.