¿Cómo saber si una acción está cara o barata?

saber si una acción está cara o barataCuando inviertes en bolsa, te interesa comprar las acciones de una compañía cuando están a buen precio. A veces buscarás comprar muy barato, para lograr un buen margen de seguridad. Otras aceptarás pagar un precio que no sea especialmente bajo, pero tampoco sea caro, porque crees que la empresa es una buena oportunidad de inversión. Y casi nunca te interesará comprar una empresa cara, porque el retorno sería previsiblemente malo. Pero, para hacer eso hace falta saber si una acción está cara o barata. ¿Y eso como se hace? Te aviso que no hay un valor objetivo para determinar el precio que debería tener una acción. Pero hay maneras de hacerte una idea. Te lo voy a contar todo.

Un aviso inicial

No existe ningún indicador que te pueda asegurar al 100% de que una empresa está cara o barata. Eso se debe a que, en su mayoría, los datos que se usan para obtener una opinión sobre el valor de una compañía son elementos del pasado. No predicen el futuro, solo nos dan información sobre lo que ha ocurrido hasta ahora. Por eso, debes usar la información con prudencia.

Cotización y valor

A corto plazo, el precio no siempre refleja el valor

Es un tema que ya expliqué cuando hablé de inversión en valor. La cotización en bolsa de las empresas varía muchísimo de un día a otro, incluso de un momento a otro, en función de diversas noticias. Como el precio de una acción no es más que un intento de valorar los beneficios futuros de la compañía, tiene sentido que las noticias que podrían perjudicar la empresa lleven a bajadas de cotización, y viceversa.

Las expectativas de los inversores son muy poderosas. Pueden estar equivocadas, y pueden provocar que la cotización de un valor en particular esté muy sobrevalorada, o, al contrario, muy infravalorada. Y la situación se puede prolongar en el tiempo, al ritmo de modas y tendencias económicas que se consideran favorables o perjudiciales.

A largo plazo, el precio suele ajustarse al valor de la empresa

Imagina que estamos mirando a posteriori el gráfico de las fluctuaciones del valor de una empresa, en términos de capitalización bursátil y a largo plazo, con un periodo superior a los 10 años. Hablo de capitalización y no del precio de la acción, porque el número de participaciones emitidas puede variar mucho durante el tiempo.

Ahora dibujamos una línea que haga la media del valor de la compañía a lo largo del tiempo. Lo más probable es que nos encontremos con una línea ascendente, puesto que las empresas suelen crear cada vez más valor a lo largo del tiempo. Cuando la cotización de la compañía estaba por encima de esa curva, estaba cara, cuando estaba por debajo, estaba barata.

Pero claro, solo lo podemos ver a posteriori.

La importancia de las comparaciones

Todos los indicadores que voy a citar a continuación tienen mucho más valor si los usas de forma comparativa. Y eso de dos maneras:

  • Mirando la evolución de un indicador para una empresa en concreto a lo largo del tiempo.
  • Sacando el mismo indicador en otras empresas del mismo sector, para poder comparar la situación de la empresa que te interesa.

Saber si una acción está cara o barata con la media de 1000 sesiones

La primera herramienta estadística que tienes a tu disposición para saber si una compañía puede ser buena compra, es conocer la media de 1000 sesiones. Es decir, se cogen las últimas 1000 sesiones de cotización y se hace una media. Teniendo en cuenta que la bolsa española suele abrir unos 255 días al año, estamos hablando de la cotización media de la empresa durante los últimos 4 años, aproximadamente. Hay herramientas, como los datos financieros en Google Spreadsheets, que te permiten calcular esa media automáticamente.

La ventaja de hacer la media sobre 4 años es que te da una idea general del valor medio de la empresa, pero sobre un periodo de tiempo lo suficientemente corto como para que refleje una evolución reciente.

La media móvil de 1000 sesiones no te permite determinar con seguridad si una empresa está barata, ni siquiera si está cara en el caso de las empresas de crecimiento rápido. Pero te da un primer filtro. Si estás mirando una empresa cuyos resultados son más o menos estables y está por debajo de esa media, te puede dar motivos para investigar más. Si está por encima, a lo mejor la descartas de momento.

Como saber si una acción está cara o barata usando el PER

El PER, o Price to Earning Ratio, te permite comparar el beneficio neto de una empresa respecto a su capitalización en bolsa. Una compañía que haya tenido un beneficio de 1.000 y cotice por 6.500 tiene un PER de 6,5. Si cotiza por 12.500 tiene un PER de 12,5. Y si cotiza por 50.000, tiene un PER de 50.

Si el PER está por debajo de 10, podría indicar que una empresa está barata. Si está por encima de 20, que está cara, o que se anticipa un crecimiento rápido de sus beneficios en el futuro.

Cuidado con lo que dice el PER

Pero hay que usar la referencia del PER con mucha prudencia.

Primero porque, muchas veces las empresas tienen un beneficio más alto de lo normal en un ejercicio dado. Sea porque tienen una actividad muy cíclica, o sea porque vendieron unos activos y obtuvieron un beneficio extraordinario. El hecho de tener un PER bajo puede esconder que la empresa está a un precio correcto, o quizás caro, respecto a los beneficios que suele obtener, y que potencialmente tendrá en el futuro.

Y, por supuesto, puede ocurrir todo lo contrario. Que la empresa haya tenido resultados malos un ejercicio concreto, y que por eso tenga un PER muy elevado. Quizás esté barata a pesar de este PER alto.

Finalmente, están los sectores para los cuáles el PER no significa mucho, como las inmobiliarias, para las cuales es mejor usar la referencia del FFO en lugar del beneficio.

Usar el PER para comparar

Lo primero que hay que hacer es recalcular el PER usando unos beneficios medios o previsibles. Y ya cuando tengas una referencia más fiable, puedes hacer dos tipos de comparaciones:

  • Mirar el PER de la compañía comparado con otras empresas similares del mismo sector. Si todas las demás empresas están a PER 7 y la que has mirado está a PER 9, a lo mejor está relativamente cara.
  • Y, sobre todo, mirar el PER de la empresa respecto a su PER histórico. Si suele estar a PER 25 y ahora está a PER 18, quizás esté relativamente barata.

PER y ritmo de crecimiento

El PER es la foto de los beneficios de una empresa en un momento dado. Pero, si la compañía tiene un ritmo de crecimiento muy elevado, por ejemplo, del 50% anual, puede que los resultados del último año no sean una buena referencia.

Pongamos nuevamente el ejemplo de una empresa que ganó 1.000 y cotiza por 50.000. A priori, con un PER de 50, está carísima. Pero si el año que viene vuelve a crecer un 50%, al precio actual su PER será de 33. Si lo hace 4 años más, la cotización actual corresponderá a un PER de 10, comparado con los resultados de dentro de 4 años.

Por ese motivo, las empresas que crecen mucho suelen tener PER más altos. Pero es muy difícil saber si el ritmo de crecimiento se va a mantener al mismo ritmo en el futuro.

Rentabilidad por dividendo y payout

Otra forma de valorar si una acción que reparte dividendo está cara o barata es mediante dos ratios muy conocidas: la rentabilidad del dividendo y el payout.

Rentabilidad del dividendo

Simplemente esa cantidad te compara el importe bruto de dividendo que pagará la compañía a lo largo del año, dividido por el precio de la acción en este momento. Una rentabilidad del dividendo alta podría significar que la empresa está barata. Pero, como los demás indicadores, hay que tomar esa referencia con prudencia.

Recuerda que, generalmente, un retorno alto se suele asociar con un riesgo alto. Es raro que las empresas mantengan una rentabilidad del dividendo alta durante mucho tiempo. Suele ocurrir una de dos cosas.

  1. En el primer caso, la cotización vuelve a subir, y baja la rentabilidad del dividendo, significando que efectivamente la empresa estaba barata temporalmente.
  2. Pero también sucede que lo que disminuye es la cantidad del dividendo repartido, y lo que sucedió es que los inversores se anticiparon a esa posibilidad, vendieron sus participaciones, haciendo caer la cotización. En cuyo caso la empresa no estaba barata.

Eso pasa mucho en empresas cíclicas. Tienen épocas de bonanza, en las que reparten muchos dividendos, y otras más complicadas, donde la remuneración es menor, o directamente cortan el dividendo. Si miras la empresa al final de la época buena, puede tener una rentabilidad del dividendo muy alta, porque ha repartido mucho dinero en los últimos 12 meses, pero su cotización ya bajó porque las expectativas son peores.

Payout

Es una métrica que va de la mano con la anterior. El Payout es simplemente el porcentaje del beneficio que se ha repartido como dividendo. Las empresas asentadas, que no tienen que invertir mucho en crecimiento o en mantenimiento, suelen repartir entre un 60 y un 80% de sus resultados. Aquellas que reinvierten mucho van a repartir menos. También reparten menos las compañías que optan por otras formas de remunerar a sus accionistas, como las recompras de acciones.

El payout es un dato interesante, porque te permite ver si la empresa está pagando más dividendos que los que se puede permitir. Aquellas compañías que tiene un payout superior al 90%, y con más motivos, superior al 100%, pueden generar serias dudas de poder pagar ese dividendo de forma sostenida en el tiempo.

Hay excepciones, como siempre. Ya comenté el caso de las inmobiliarias, para las cuales el FFO es más relevante que el resultado neto. Pero también están algunas empresas cíclicas que optan por repartir un dividendo ligeramente creciente en el tiempo, desconectado de sus resultados de un año concreto. Si ganan mucho un año el payout será bajo, mientras un año malo el payout será alto. Pero sobre periodos largos, su dividendo es sostenible.

Como saber si una empresa está barata respecto al valor contable

Otra referencia que quizás te encuentres es el valor contable, o más concretamente, el valor neto contable de la empresa. En otras palabras, es el valor de la empresa según sus libros contables. Por lo general, las empresas suelen valer más que lo que indican los recursos propios en su contabilidad, precisamente por las expectativas de resultados. Pero si la capitalización se acerca al valor contable, entonces podría indicar una oportunidad, o un riesgo de problemas importantes para la empresa.

En el sector inmobiliario, se suele coger otra referencia contable, el NAV, o valor neto de los activos. Es la diferencia entre el valor contable de los activos inmobiliarios de la empresa y las deudas que sirven para financiarlos. Como se trata de activos poco líquidos, es frecuente que el mercado valore una inmobiliaria alrededor del 70% de su NAV. Cuando la capitalización es inferior a eso, podría haber oportunidades.

Eso, siempre con prudencia, puesto que los valores contables pueden no reflejar la realidad. En ocasiones los activos inmobiliarios valen significativamente más que su valor contable. Pero a veces ocurre lo contrario. Y lo mismo puede pasar con otros datos contables.

Saber si una acción es cara o barata con el análisis fundamental de la empresa

Finalmente, si quieres saber si una acción está cara o barata, no te va a bastar con los indicadores anteriores. También te interesará echar un vistazo a algunos elementos del análisis fundamental. Tres en particular: los flujos de caja, la deuda, y las perspectivas de la empresa.

Flujos de caja

Las empresas no viven y mueren por hacer beneficios o pérdidas. Lo hacen por los flujos de caja. Aunque hay, evidentemente, una relación entre ambas nociones, el factor que más impacto tiene es la liquidez.

Por eso tienes que mirar la capacidad de la empresa para generar flujos de caja a lo largo del tiempo. Con esos flujos de caja podrá invertir, desendeudarse, pagar dividendos, hacer recompras, etc.

Deuda

Durante años hemos vivido en un mundo un tanto ficticio, al menos en lo que precio del dinero se refiere. Con tipos de interés nulos, hasta negativos en ciertos momentos, endeudarse costaba poco. En consecuencia, algunas empresas sentían la tentación de usar el apalancamiento para todo.

Pero hoy hemos vuelto a la realidad. El dinero tiene un coste, y aquellas compañías que abusaron de la deuda van a tener dificultades.

Por eso, más que nunca, es fundamental echar un vistazo a la deuda de cada empresa, y en particular la ratio deuda neta sobre EBITDA y el calendario de deuda. Hoy en día, muchas empresas parecen baratas, pero sus cuentas aun no reflejan el encarecimiento del coste de financiación. Si tienen demasiada deuda, los intereses se comerán sus beneficios y buena parte de los flujos de caja.

La ratio de deuda neta sobre EBITDA depende mucho del sector. En una empresa inmobiliaria será alta, y en una de software lo normal es que sea baja.  En la mayoría de los casos, una ratio menor de 2 es razonable, siendo en algunos casos aceptable que llegue hasta 4.

Perspectivas a medio y largo plazo

Nadie sabe que nos espera en el futuro. Pero las empresas publican información sobre sus proyectos, inversiones, y estrategias de negocio. Junto con el historial de gestión de la compañía, esas informaciones permiten hacerse una idea bastante acertada de las perspectivas a medio y largo plazo.

Por eso es tan importante leerse las cuentas anuales de las empresas cotizadas y entender el planteamiento de negocio.

El ritmo de crecimiento, que ya mencioné antes, es sin duda un factor importante para valorar el precio de una empresa.

Y, por supuesto, no podemos olvidarnos de los riesgos y oportunidades. Riesgos como litigios pendientes, o evoluciones tecnológicas que pueden hacer peligrar el modelo de negocio. Y oportunidad como aprovechar una innovación, por ejemplo.

Una decisión personal

Al final, saber si una acción está cara o barata es una valoración muy personal. Podrás pensar que una compañía está muy barata, y otro inversor opinará que simplemente está a un precio correcto. Esas cosas son relativas.

Pero tienes que hacer una valoración basada en información. No puedes fiarte de lo que dicen los unos y los otros. Como siempre, la inversión es un asunto muy personal.

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