¡No compres cosas que no necesitas!

no compres cosas que no necesitas¿El enunciado del título es obvio? En mi opinión no tanto. Porque son muchas las cosas que compramos sin realmente darnos cuenta de que no las necesitamos. La principal motivación para evitar este tipo de compra inútil es por supuesto cuidar tus finanzas personales, pero tiene más consecuencias. También entran en juego consideraciones como tu bienestar mental o la protección del medio ambiente. Como el consumo es una parte fundamental de nuestra sociedad y cultura, puede llegar a ser complicado evitar caer en la trampa de comprar algo que en realidad no necesitas. Pero hay formas de tener un gasto más racional.

¿Por qué compras cosas que no necesitas?

Lo haces tú, lo hago yo, y lo hacen todas las personas, en mayor o menor medida. Pero ¿Por qué compramos cosas que no necesitamos? Creo que hay fundamentalmente tres motivos:

  1. Una de las principales razones es un factor cultural. Vivimos en una sociedad consumista, que potencia nuestro deseo de poseer nuevos productos y servicios. Llega hasta el punto de que muchas personas compran cosas para sentirse bien, mejorar su autoestima, o incluso afirmar un estatus social. Esos deseos están alentados por las campañas de marketing y publicidad de empresas que intentan convencernos de que necesitamos sus productos.
  2. Otro motivo importante que hace que compres algo innecesario es que a veces es difícil conocer la utilidad de las cosas de antemano. Quiero decir que imaginamos que les daremos mucho uso, pero después de comprarlas nos damos cuenta de que realmente no las necesitábamos.
  3. La tercera razón es la comodidad. Compramos platos preparados para no tener que cocinar. Preferimos cambiar un producto por uno nuevo antes que procurar repararlo. Buscamos siempre la conveniencia, pero a menudo se nos cobra muchísimo dinero por un ahorro de tiempo y esfuerzo casi inexistente. En otras palabras, esa búsqueda de la comodidad se puede traducir en gastos innecesarios.

Por qué es mejor que no compres lo que no necesitas

Pon en orden tus finanzas personales

Voy a suponer que no tienes varios millones de euros en tu cuenta bancaria. Si eres como la mayoría de los ciudadanos, la diferencia entre tus ingresos y tus gastos no te permite ahorrar mucho. Por lo tanto, cualquier cosa que te permita gastar menos y ahorrar más es bienvenida, especialmente si no afecta tu calidad de vida.

Si no consigues ahorrar, dejar de comprar cosas que no necesitas te ayudará a generar un superávit en tu presupuesto mensual. Si ya ahorrabas, dispondrás de más dinero para emergencias y por supuesto para invertir para el futuro. El beneficio para tus finanzas personales de eliminar las compras innecesarias es innegable.

Consigue un mayor bienestar mental

Uno de los problemas del consumismo es que provoca que muchas personas procuren llenar un vacío emocional a través de la compra de nuevas cosas.

Algunas sienten un subidón cada vez que adquieren algo nuevo, y eso les incita a comprar cada vez más, hasta el punto de que la compra se pueda convertir en un comportamiento de adicción.

Otras muchas usan los productos que compran para proyectar un estatus social y potenciar su autoestima. Su razonamiento es que poseer ciertos productos o usar algunos servicios, particularmente cuando son de una marca conocida, les hace pertenecer a una categoría socioeconómica más alta que la de sus ingresos.

Pero esos comportamientos suelen ser síntomas de inseguridades y de una búsqueda de la felicidad en el lado equivocado. Con eso no quiero decir que todos deberíamos ser minimalistas para ser felices. Pero si te das cuenta de que comprar cosas no es el camino al bienestar mental, habrás dado un buen paso para vivir mejor.

Cuida el medioambiente

La actividad humana en general tiene un impacto tremendo sobre el ecosistema del planeta. Por eso, está claro que, si las personas aprendemos a dejar de comprar cosas inútiles, se producirán menos cosas, se consumirán menos recursos y se contaminará menos.

Ejemplos de cosas que no necesitas: si puedes, no las compres

Aquí voy a poner una selección de cosas que podrías evitar comprar. Obviamente, es mi opinión, y otras personas pueden pensar distinto. Pero me ha parecido mejor poner unos ejemplos para no hablar de una manera demasiado genérica.

Lotería

Para mí, es la compra más innecesaria que puedes hacer. Que sí, que a alguna gente les toca. Pero la probabilidad de que te hagas rico es ínfima. Lo más probable es que acabes gastando más en total que los premios que consigas a lo largo de tu vida.

Coche nuevo

Con la pérdida de valor que ocurre durante la compra de un vehículo nuevo, simplemente no suele compensar comprarlo. Y si pensabas usar un crédito para financiarlo, definitivamente es mejor que optes por un coche de segunda mano y más barato. No es solo por el coste financiero, sino por el riesgo económico que asumes, puesto que la amortización del préstamo no coincide con la pérdida de valor del coche nuevo.

Artículos de lujo y marcas caras

Una de las empresas más rentables del mundo es LVMH (Louis Vuitton). Y no se hizo tan rica gracias a los millonarios, sino porque la gente de clase media alta está dispuesta a comprarse algunos artículos de lujo para presumir de clase social.

Otro ejemplo más común: Apple. ¿Son buenos sus teléfonos? Sí, sin duda. ¿Se justifica pagar 800 o 1000 euros para un iPhone? En mi opinión, la diferencia de coste con un teléfono de gama media (200 euros) no está sustentada en prestaciones 4 o 5 veces mejores.

Artículos baratos para comprar y tirar

En el otro lado de la balanza están aquellos productos que compramos porque nos parecen muy baratos, pero cuya calidad hace que tengamos que cambiarlos con frecuencia. Lo típico son artículos de ropa y calzado tirados de precio pero que se rompen muy rápidamente, mientras otros productos un poco más caros pueden aguantar muchos años.

El problema es que ni todos los productos baratos son malos, ni todos los caros son de calidad. Hay que mirar muy bien la relación calidad / precio antes de comprar.

Productos que no sirven para nada

¿El mejor ejemplo de esa categoría? Los zapatos para bebés. Sí, son muy monos, pero durante los primeros 12 meses de sus vidas los bebés no caminan por la calle. No necesitan zapatos.  Otro ejemplo, que puede generar más controversia, es el caso de los medicamentos homeopáticos. No sirven para nada, al menos si nos basamos en la evidencia científica.

Algunos seguros y extensiones de garantías

Las empresas de todo tipo nos intentan vender servicios adicionales que a menudo no nos serán útiles. Muchas veces, toman la forma de seguros o de extensiones de garantías, que no siempre cubren un riesgo real. Por ejemplo, cuando te compras un dispositivo electrónico, tienes una garantía de 2 años por defecto. Si además lo compraste con una tarjeta bancaria, lo más probable es que el seguro de la tarjeta te cubra el robo.

Suscripciones que no usas

En esa categoría, podemos incluir algunos servicios de streaming, el abono del gimnasio o el pago de las clases de idiomas (cuando no acabas yendo), y seguro que hay unas cuantas suscripciones más que muchas personas no usan realmente.

Comprar equipos y accesorios antes de tiempo

Los padres primerizos suelen cometer el error de comprar demasiadas cosas antes del nacimiento del bebé, o antes de que tenga la edad suficiente para necesitarlo. Más adelante, se dan cuenta de que no lo van a usar.

Muchas personas deciden ponerse a un nuevo deporte, y compran toda la equipación. Primero comprueba que eres constante, y ya irás comprándote ropa específica si te hace realmente falta. Pero al principio puedes ir con ropa de deporte usada y camisetas viejas.

Gadgets y accesorios diversos

Recuerdos de tus viajes que acaban cogiendo polvo en las estanterías de tu casa. Accesorios de cocina ultra específicos que no usas ni una vez al año. Equipos de bricolaje que compraste para hacer un pequeño arreglo y no has vuelto a tocar en mucho tiempo. Hay muchas cosas en esa categoría.

Productos que te facilitan la vida solo un poco

Un ejemplo de eso son las frutas y verduras precortadas. Quizás te ahorren un par de minutos cuando vayas a cocinar algo, pero te las cobran como si valiesen mucho.

Productos y servicios que premian tu pereza

Ir a cenar a un restaurante está muy bien. Lo mismo que pedir comida a domicilio. No tiene nada de malo hacerlo de vez en cuando. Pero también es muy fácil caer en la pereza y usarlos simplemente para no cocinar, como si preparar comida fuese algo agotador.

Creo que, con esos ejemplos, ya tienes una idea de lo que quiero decir

Cómo dejar de comprar cosas que no necesitas

Como todo lo que tiene que ver con comportamientos, no es tan fácil dejar de comprar cosas innecesarias. Sin embargo, si haces algunos cambios en tu forma de pensar y de actuar, podrás modificar tu manera de gestionar tus compras. Aquí tienes algunas pautas.

Usa una lista siempre que puedas

Es un consejo muy importante para ir al super, pero también vale para cada vez que vayas a comprar algo. Ya sabes, a lo que me refiero. Cuando vas al Ikea a buscar un mueble concreto y vuelves con media tienda. O cuando necesitas unos pantalones nuevos y te acabas comprando también otras prendas.

Si elaboras una lista antes de salir, y te atienes a ella, te aseguras no caer en la compra impulsiva e innecesaria.

Tómate un tiempo para pensar

No siempre vas a tener una lista de referencia. Pero, cuando te encuentras con algo que te gusta y no tenías pensado comprar, espérate unos días antes de actuar. Si todavía lo quieres y te parece buena idea, entonces adelante.

¿Deseo o necesidad?

Procura entender la motivación de tu compra antes de llevarte un producto o servicio. ¿De verdad lo necesitas? ¿O quizás solo es una exigencia de tu deseo? Poco a poco aprenderás a resistir a los impulsos y a comprar racionalmente.

Da una segunda vida a las cosas

Cuando tienes algo y deja de funcionar o se rompe, valora la posibilidad de repararlo antes de ponerte a comprar uno nuevo. Puedes aprender muchos trucos gracias a toda la información disponible online.

Otra forma de dar una segunda vida a las cosas es comprar productos de segunda mano. No solo pueden salir mucho más baratos, sino que pueden cumplir tan bien la necesidad que tengas como cualquier producto nuevo.

Evita las promociones especiales

Las rebajas, el Black Friday, y otras promociones similares pueden ser maneras excelentes de ahorrar dinero, pero también pueden ser trampas para comprar cosas que no necesitas. Conseguir al 50% un producto que no necesitas es un despilfarro.

Cuidado con la compra online

El comercio electrónico tiene varios problemas. Es muy cómodo, pero también muy fácil añadir a tu cesta un gran número de cosas que no necesitas realmente. Además, es muy frecuente comprar algo de más, solo para llegar al importe mínimo para no pagar el transporte. Ten cuidado y limítate a lo que realmente necesitas.

Presta, alquila, comparte e intercambia

No siempre tienes que comprar las cosas. A veces, te saldrá más barato alquilarlas solo cuando las necesitas. También hay opciones de prestar y compartir cosas entre amigos. Un día coges prestado un taladro, otro prestas una plancha eléctrica. Y, cuando ya no necesitas algo, lo puedes vender de segunda mano, o directamente intercambiarlo por algo que sí puedas necesitar.

 

Ya lo ves, con esos consejos no hace falta que compres más cosas que no necesitas. Puedes cambiar desde ya.

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